En el sótano bien iluminado del bar Ultra (San Martín 678) las mesas se repartieron en dos filas. Cada mesa incluía un dibujante. Contra una pared, la mitad de los artistas de Comic.ar. Contra el otra, el resto del staff. A las 19 comenzaron a dibujar y empezó ese instante mágico en que dos líneas se unen y dan forma a un primer boceto. Y los visitantes que se acercaron a ver cómo era eso de crear una exposición “en vivo” fueron conociendo a quienes dan vida a la revista.
A esta visitante le gustaría mucho una foto de la obra terminada.
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